Revisando la tibia acogida a Ozzy por parte de la crítica local, se confirma aquello de lo muy exigentes que somos con lo nuestro y lo relajados que nos mostramos con lo foráneo. Preocupante síntoma de provincianismo, cuando el filme de Alberto Rodríguez se ajusta al estándar animado de lo que ahora mismo llega a las pantallas, con el mérito añadido de no haber dispuesto de los presupuestos astronómicos de un Pixar-Disney y sus competidores desde el poderoso Hollywood. Con espíritu low cost, pero manteniendo intacta su dignidad formal, el resultado no admite reproches en cuanto a factura, con lo cual supera el primer escollo. Otra cosa sería valorar su originalidad, sobre todo al estrenarse en una temporada muy zoológica, que ya trajo Mascotas y Cigüeñas en las últimas semanas. El simpático perrito Beagle del título se parece a otros chuchos ya vistos, aunque si ese es el motivo para cargársela sobre la exigencia de productos inmaculados, apenas pasaríamos por las salas una docena de veces al año, y ya sería mucho.
El guion parte de algo muy arraigado en la historia de la ficción, el viaje iniciático del héroe en pos de su madurez para así reivindicarse. Pero si es cierto que eso ya lo hemos visto en numerosas ocasiones, al haber trufado el asunto con guiños cinéfilos, la digestión es más placentera. Poco importa si por momentos pareciese que el tono se enturbia de cara a los más pequeños; de insistir en eso se confirmaría que su aspiración última es tan banal como la de mantener a la infancia de espaldas al mundo real. Ya que buena parte del metraje transcurre en un supuesto balneario canino, que realmente es un centro de vigilancia controlada (aquí tiramos de eufemismo), la trama se adereza con numerosas referencias al subgénero carcelario buscando la complicidad del público adulto en su papel de escuderos de los más pequeños, cuya lectura se reduce a seguir a Ozzy en su esfuerzo por sobrevivir en un contexto tan opuesto al de su familia de acogida. Una mayor ambición quizá habría beneficiado al filme, pero no se olvide que el cine español ya no es industria.
Ficha técnica
«OZZY». España, Canadá, 2016. Director: Alberto Rodríguez. Guion: Juan Ramón Ruiz de Somavía. Animación. 90 minutos.